Hombre de carne y hueso, de humildad, sencillez y valentía; que mejor que RICARDO PALMERA (SIMON TRINIDAD), quien se cambio el nombre en homenaje al libertador.
Es de origen burgués, gerente de banco, con todos los talentos y comunidades para ser un hombre de éxito en nuestro medio.
Transita por la política, el nuevo liberalismo y la Unión Patriótica, donde ve caer asesinados a sus amigos de lucha política. En ese momento sacrifica su familia, que huye hacia el exilio en México y decide marcharse al monte a levantarse en armas con el sueño de ver una Colombia mejor.
Hombre de ideales revolucionarios, quien fue capturado en el país de Ecuador por la INTERPOL y luego traído a Colombia para ser extraditado a los Estados Unidos de Norte América; allí donde ha estado confinado en una cárcel gringa careciendo de muchas cosas que cualquier prisionero debería tener.
Por eso resaltamos su lealtad y valentía con moral y orgullo, para que las adversidades de la vida mantengan intactas su moral y coraje ante sus adversarios, como también mantener sus ideales y principios .
Él, como muchas otras personas que han sido extraditados, el gobierno Colombiano se ha ensañado contra ellos, pidiendo restringir sus visitas y sin ver la luz del día y mucho menos tener comunicación escrita.
Por eso su ejemplo es de admirar y reflexionar, porque donde quiera que nos encontremos, la lealtad y defensa de nuestros principios está por encima de cualquier adversidad que surja, porque somos únicos defensores de nuestros pueblos.
Retomando a nuestro camarada Simón, y otros, las cortes federales y sus artimañas se ensañaron en contra de ellos ya que utilizaron gentes como desmovilizados y miembros del gobierno colombiano para condenar por unos delitos que no ha cometido y de los cuales es inocente.
Pero el gobierno es sumiso al imperio y elaboran todo lo que está a su alcance para extraditar nacionales a favor de sus políticas.
La resistencia y templanza de nuestros camaradas ha hecho que en las cortes federales, cuando lo han llevado a juicio, haya gente acompañándolo, porque creen en la inocencia de ese hijo del pueblo colombiano y que hoy como muchos otros camaradas, se mantienen en nuestros corazones empuñando nuestras banderas de luchas.
Colectivo Manuelita Sáenz / RM Buen Pastor, Bogotá